Si aplicamos este concepto a, por ejemplo, las relaciones interpersonales, se puede traducir de múltiples formas: cómo nos relacionamos con el otro, cómo pedimos lo que necesitamos de los demás, cómo nos afectan sus reacciones, qué tomamos de los otros y qué no, cómo lo asimilamos para que nos nutra y contribuya a nuestro crecimiento, etc. Por eso las preguntas clásicas en esta línea están más ligadas a Qué y Como que a Porqué y en todo caso la búsqueda se orienta al Para qué. Buscamos más el sentido que la causa. La Terapia Gestáltica busca el reequilibrio organísmico dado por una propiedad de todo ser vivo que es la autorregulación. El objetivo de la psicoterapia NO es “reprogramar” al organismo, instruirlo en unas conductas o inhibir otras para conformarse a un criterio preestablecido de “salud”, sino facilitar la recuperación de la capacidad autorregulatoria que con frecuencia perdemos. No intenta estandarizar la salud sino incrementar el potencial humano resolviendo sus situaciones inconclusas e integrando todas las partes dispersas, alienadas del sí mismo para hacer de la persona nuevamente un todo entero y permitiendo un mejor contacto posible con el entorno.